¿Qué es el biodiésel?
Biodiésel es un término genérico que abarca toda una gama de combustibles potenciales derivados en gran parte por un proceso de transesterificación de materias primas tan diversas como la colza, el aceite de palma, la soja o incluso el aceite de cocina usado y el sebo.
En la mayoría de los casos, la inclusión de estas variedades de biodiésel en el mercado general de los carburantes se debe a mandatos de gobiernos nacionales o continentales que tienden a establecer porcentajes de mezcla.
Muchas de las economías más grandes de Europa están empezando a ver una mayor presencia de gasóleo en sus flotas de vehículos, al contar con un régimen fiscal preferencial que hace que el gasóleo resulte más barato para el usuario final. Como tal, el gasóleo tiende a acaparar la mayor parte de la demanda de carburantes en Europa, y el biodiésel, por asociación, tiende a dominar la demanda de biocombustibles en el continente.
Sin embargo, a diferencia del etanol, el mercado del biodiésel cubre una amplia gama de combustibles potenciales, incluido el éster metílico de ácidos grasos (FAME, por sus siglas en inglés), que es la mezcla de biodiésel predominante en toda la región europea, y el éster metílico de colza (RME en inglés), que supone la mayoría de la oferta de producción nacional de biodiésel a partir de colza cultivada localmente.
Además del FAME y el RME, existe en la región otra serie de ésteres metílicos en el mercado: de sebo (TME), de aceite de palma (PME), de aceite de cocina usado (UCOME) y de soja (SME). Para la mayoría de estos ésteres, el rendimiento durante los meses fríos del biodiésel terminado determina los patrones de demanda y precio, y los componentes que forman el FAME varían a lo largo del año.
Además del frío, la demanda de biodiésel en la región de la UE a menudo se ve influida por los diversos programas de conformidad implementados a nivel nacional y continental. Los principales son la directiva sobre fuentes de energía renovable (RED, por sus siglas en inglés) y la directiva sobre la calidad de los combustibles (FQD en inglés), establecidas por el Parlamento Europeo. La RED, en concreto, compromete a las naciones europeas a cumplir con un volumen de biocombustibles correspondiente al 10% de los carburantes usados en transporte para 2020.
Sin embargo, la ruta para lograr el cumplimiento de este mandato se estipula en cada país. Por lo tanto, Europa forma una amalgama de requisitos que va desde el 2% hasta el 8%, pero todos trabajan para alcanzar el objetivo de la RED de cubrir con fuentes sostenibles el 10% de los carburantes antes de 2020. Alemania es el mercado de biodiésel más importante de Europa y el segundo más grande del mundo después de Estados Unidos.
Los países individuales también pueden establecer sus propios sistemas, como el que se ha implementado recientemente en Alemania que se centra en reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), que son mucho menores en el caso de los biocombustibles que en el de los combustibles minerales. Los sistemas de certificación contemplan el ciclo de vida completo desde el campo hasta el tanque de combustible y están destinados a fomentar el uso de materias primas que maximicen la reducción de GEI.
Cada vez más empresas de refinación, como Neste, Repsol, ENI y Total, están investigando la hidrogenación de aceites vegetales para producir variedades de biodiésel que resulten tan eficaces, o incluso más, que el gasóleo mineral. Platts no publica actualmente evaluaciones de precios de los aceites vegetales hidrogenados (HVO, por sus siglas en inglés).
Si bien el FAME es el grado predominante, se trata de una mezcla de otros ésteres metílicos, lo que significa que Europa podría necesitar importar PME y SME de Asia o América, aunque los embargos comerciales podrían dificultar estos planes. El RME se suele producir localmente a partir de los cultivos de colza de Europa.
Los requisitos del FAME se subdividen en dos categorías: FAME 0 y FAME -10. El valor numérico denota la resistencia al frío del combustible: todos los componentes del FAME 0 deben poder operar a temperaturas de como mínimo cero grados Celsius.
FAME -10 es la versión para el clima frío; todos los componentes deben poder operar a temperaturas de como máximo -10 grados Celsius. Al igual que con el gasóleo mineral, el rendimiento del biodiésel en clima frío está determinado por dos características principales: el punto de enturbiamiento y el punto de obstrucción de filtros en frío (POFF). El enturbiamiento es la temperatura a la que el biodiésel comienza a convertirse en gel, y en el caso del PME puede ser de hasta 10 grados centígrados. El POFF es la temperatura a la cual el biodiésel se congela en el motor.
Platts publica una gama de evaluaciones de precios de biodiésel para la región europea, con precios expresados como un precio íntegro y como una prima atribuida a un contrato de futuros subyacente. Al igual que la mayoría de los destilados medios, los precios del biodiésel de Europa a menudo se expresan como un diferencial de precios (y normalmente una prima sustancial) con respecto al contrato de futuros de gasóleo de bajo contenido de azufre del ICE.
También se publican los precios de los biodiésel que cumplen con los requisitos del sistema RED. En todos los casos, los precios se refieren al mercado de biodiésel en barcazas, generalmente de 1.000 toneladas, que se comercia en el principal punto de intercambio comercial de Ámsterdam-Róterdam-Amberes. Además, las evaluaciones de Platts reflejan las indicaciones del documento T2 con aduanas pagadas.