En el segundo semestre del año, la petrolera estatal venezolana PDVSA reanudará la perforación de pozos petrolíferos, al tiempo que intensificará los trabajos para abrir 3.700 pozos que ya tiene cerrados y recuperar la capacidad de compresión e inyección de gas necesarias para incrementar la producción de crudo, según un informe interno titulado "Plan de seguimiento operativo" al que ha tenido acceso S&P Global Platts.
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RegistroEl informe contiene detalles sobre el plan de recuperación de la producción de petróleo que anunció en febrero el ministro de Petróleo, Tareck el Aissami.
La producción de petróleo de Venezuela ha caído de una media de aproximadamente 2,5 millones de barriles diarios a finales de 2015 hasta los 479.000 barriles diarios de abril debido a la ausencia de inversiones, la falta de mantenimiento, los cortes generalizados del suministro energético y las sanciones de Estados Unidos. La Administración de Trump impuso sanciones a PDVSA en enero de 2019.
Lenta recuperación
El nuevo objetivo de PDVSA es incrementar la producción hasta alcanzar una media de un millón de barriles diarios en 2021. Sin embargo, la recuperación ha sido lenta porque la producción en el mes de abril fue 119.000 barriles diarios inferior a la del mes anterior y 112.000 barriles diarios inferior al objetivo fijado en el plan de recuperación, según las cifras incluidas en el informe.
Tanto el último sondeo de Platts sobre la OPEP como la Administración de Información Energética estiman que la producción de Venezuela en mayo alcanzó los 540.000 barriles diarios.
El objetivo de producción ha sufrido los efectos de varios factores, incluidos retrasos en los pagos a los contratistas, la falta de mano de obra y la programación de las instalaciones de reserva en el programa de recuperación de pozos.
Otro factor que ha afectado a la producción ha sido la baja calidad de los diluyentes de crudo pesado extra y la suspensión de las operaciones de infraestructura y maquinaria, lo que incluye las plantas de compresión de gas y las plataformas de perforación, según el informe interno.
No hay cifras disponibles sobre el número de pozos petrolíferos cerrados en Venezuela. El informe de gestión de 2016, que es el PDVSA ha publicado más recientemente, informó de un total de 18.566 pozos activos en todo el país.
Plataformas en la Faja Petrolífera del Orinoco
A partir del mes de julio, PDVSA añadirá 17 plataformas de perforación, de las que 14 se contratarán a la Corporación Panthers a un coste de 1,5 millones de dólares por plataforma. Las otras tres son propiedad de PDVSA.
Corporación Panthers, que está ubicada en el estado venezolano de Anzoategui, no estuvo disponible para realizar declaraciones inmediatamente.
Actualmente, PDVSA dispone de 97 plataformas de perforación en la Faja Petrolífera del Orinoco que no están operativas. De ese total, la empresa estima que puede reactivar 10 a corto plazo, con unos costes de mantenimiento de aproximadamente 8,44 millones de dólares, según un informe interno.
Tras producir una media de 236.000 barriles diarios en abril en la Faja Petrolífera del Orinoco, PDVSA tiene la esperanza de añadir otros 550.000 barriles diarios para el mes de diciembre, gracias en parte a un enorme depósito de crudo extra pesado ubicado en el sur de Venezuela con un elevado contenido de metal y azufre.
"En la Franja del Orinoco, hay 184 pozos nuevos que se suspendieron y no se terminaron de construir, con una producción asociada de 74.000 barriles diarios", se indica en el informe.
Sin embargo, el incremento más pronunciado de la producción, de unos 400.000 barriles diarios, se espera gracias a la reactivación de más de 2.000 pozos cerrados en la Faja Petrolífera del Orinoco mediante trabajos de finalización y conexión, que PDVSA ha contratado de docenas de empresas locales.
Además, antes de exportarlo, el crudo extra pesado tiene que mejorarse en las plantas de mejora de Petropiar, Petromonagas, Petrocedeño o Petro San Félix o en la planta que opera Sinovensa.
La reactivación de las plantas de mejora es esencial
La reactivación de las plantas de mejora Petrocedeño y Petromonagas, que actualmente no están operativas, es una premisa esencial para lograr los objetivos de producción definidos en el plan del ministro el Aissami.
La planta de mejora Petromonagas, que tiene una capacidad de 120.000 barriles diarios y opera un proyecto conjunto formado por PDVSA (60%) y Rusia (40%), lleva inactiva desde marzo de 2019, mientras que la planta de Petrocedeño, con una capacidad de 202.000 barriles diarios y propiedad de un proyecto conjunto formado por PDVSA (60%) y TotalEnergies/Equinor (40%), lleva sin operar desde abril de 2019.
La planta de mejora Petro San Félix, propiedad al 100% de PDVSA, lleva parada desde noviembre de 2018.
Las plantas de mejora se han visto afectadas por la falta de diluyentes como el nafta y el crudo ligero que se mezclan con los crudos extra pesados y por la falta de petroleros para cargar el crudo Merey, principal exportación de PDVSA.
Debido a la falta de acceso a las importaciones a causa de las sanciones de Estados Unidos, PDVSA está utilizando varios diluyentes alternativos, según el informe interno. Entre estos, se cuentan una mezcla de gasolina y pentano, los crudos ligeros del país Santa Bárbara y Mesa, condensados, y una mezcla de nafta y slop, un producto residual de refinería con una alta viscosidad.
Este, oeste y marítimo
En los pozos de crudo ligero del estado de Monagas, en el este de Venezuela, la estrategia con la que se busca incrementar la producción de petróleo se centra en el levantamiento artificial de petróleo mediante el uso de inyección de gas en yacimientos maduros que están agotándose.
En marzo se produjeron una explosión y un incendio en la Planta de Inyección de Gas a Alta Presión II (PIGAP II) que supusieron un contratiempo para los planes de PDVSA. Ahora el nuevo plan apunta a la reactivación del PIGAP I y la recuperación de la planta de producción de gas artificial de Furrial, en el sur del estado de Monagas.
Según el plan de PDVSA, se van a intervenir más de 400 pozos en el este de Venezuela para que la producción de crudo ligero alcance los 299.000 barriles diarios en diciembre, frente a los 161.000 barriles diarios de abril.
En los yacimientos petrolíferos del oeste de Venezuela, donde el descenso de la producción ha sido más pronunciado, la estrategia de PDVSA es agotar las existencias y recuperar infraestructura como los gasoductos y las plantas de comprensión de gas, al tiempo que reabrirán 1.300 pozos clausurados.
Para reducir las existencias de crudos Boscán, Bachaquero, Laguna y Tía Juana, la empresa colocará cargas en tres petroleros Aframax/Panamax para asegurar que disminuyen en 3 millones de barriles al mes.
PDVSA también tiene previsto empezar a usar un megapetrolero como inventario flotante en la Bahía de Amuay y realizar operaciones de barco a barco, lo que permitiría que la producción de crudo pesado del oeste en los yacimientos ni dependa ni se vea afectada por la llegada de embarcaciones de exportación.
Falta de plantas de compresión
Según el informe interno, el principal obstáculo es que no hay plantas de compresión disponibles. De 101 plantas de este tipo, tan solo hay ocho operativas. PDVSA calcula que, a corto plazo, reanudará las operaciones en 19 de ellas mediante programas de mantenimiento.
Además, el plan prevé reemplazar 2,6 kilómetros de ductos de 20 pulgadas que conectan la terminal de embarque de Bajo Grande con yacimientos de producción de petróleo del estado de Zulia, lo que reducirá el tiempo de transporte de 11 a 2 días.
En el oeste de Venezuela, PDVSA estima que aumentará la producción hasta los 407.000 barriles diarios desde los 78.000 barriles diarios de abril, según datos del plan.
PDVSA no respondió de inmediato a la solicitud de declaraciones.